Francisco Morazán partió desde el puerto de La Libertad a bordo de la goleta 'Izalco' rumbo a Costa Rica; el 8 de abril de 1840 y llegó al puerto de Caldera, Morazán no solicitó asilo para sí, sino para 23 de sus oficiales, que le fue concedido.
Luego se traslada a David, Panamá, donde residía su familia. Con ellos tuvo la oportunidad de compartir algún tiempo y también le dio lugar a escribir parte de sus memorias y dictar su célebre “Manifiesto de David” al pueblo Centroamericano el 16 de julio de 1840. En ese manifiesto, Morazán reflexiona acerca de su papel político y militar en la región y ataca a sus enemigos, en especial a Rafael Carrera:
Y para que nada faltase de ignominia y funesto a la revolución que habéis últimamente promovido, apareció en la escena el salvaje Carrera, llevando en su pecho las insignias del fanatismo, en sus labios la destrucción de los principios liberales y en sus manos el puñal que asesinara a todos aquellos que no habían sido abortados, como él, de las cavernas de Mataquescuintla.
Este monstruo debió desaparecer con el cólera morbus asiático que lo produjo. Al lado de un fraile y de un clérigo se presentó por la primera vez revolucionando los pueblos contra el Gobierno de Guatemala, como envenenador de los ríos que aquellos conjuraban, para evitar, decían, el contagio de la peste.
Y contra este mismo Gobierno, fue el apoyo de los que en su exasperación le dieron parte en la ocupación de la Ciudad de Guatemala. Fue su peor enemigo cuando éstos quisieron poner término a sus demasías y vandalismos, y su más encarnizado perseguidor y asesino cuando el salvaje se uniera con vosotros.
Mientras se encontraba en David, varios opositores del gobierno de Braulio Carrillo en Costa Ricale solicitaron su ayuda para derrocarlo, éstos argumentaban que Carrillo se había convertido en un dictador y los había despojado de sus libertades públicas y por lo tanto, deseaban su salida, Carrillo se percató de esta situación y solicitó a Nueva Granada la expulsión o captura del General Morazán.
Morazán Quezada sin embargo, en esos momentos deseaba estar alejado de la política centroamericana y prosiguió su viaje rumbo a Perú. En Lima se reencontró con los generales Pedro Bermúdez y José Rufino Echenique, compañeros de armas e ideología.
En Perú, el General Morazán recibió una oferta por parte del Mariscal Agustín Gamarra de comandar una división peruana, pero esto para Morazán resultaba un tanto confuso, debido a la compleja situación que vivía América del Sur en esos momentos y prefirió declinarla.3
Alrededor de 1841 los ingleses comenzaron a intervenir en el territorio de La Mosquitia localizado entre Honduras y Nicaragua, ante la amenaza extranjera Francisco Morazán decide hacer su retorno porque lo consideraba un “deber” y un “sentimiento nacional irresistible” no solo para él, sino que para todos “aquellos que tienen un corazón para su patria” . Por estas razones solicita y recibe ayuda financiera del general Bermúdez, y luego junto a sus más fieles acompañantes parte a bordo del Cruzador con rumbo a El Salvador, sin embargo, una vez en Centroamérica no luchó contra los ingleses, primero realizó otras tareas que eran de mayor prioridad para él, 15 años mas tarde la Mosquitia y las Islas de la Bahía fueron recuperados amistosamente por el General José Santos Guardiola, no fue necesario emprender una guerra para recuperar las mosquitia y las Islas de la Bahía pertenecientes a Honduras, todo se resolvió diplomaticamente.
Una vez en llega Morazán a El Salvador,recorre San Salvador, San Miguel, Acajutla, y otros lugares logrando reunir una razonable cantidad de voluntarios para su nueva aventura centroamericana, esta vez su propósito era derrocar al Jefe de Estado de Costa Rica Braulio Carrillo quien el 8 de marzo de 1841 había dictado el Decreto de Bases y Garantías por medio del cual se declaraba Jefe Vitalicio de Costa Rica. Esto le abriría el camino al 'General' para entrar de lleno en la política centroamericana y tratar una vez más de restaurar la República Federal. Una vez reunido su ejército, se posesiona en la isla Martín Pérez y con la ayuda del General José Trinidad Cabañas entre otros, organiza sus tropas y con una flota de 5 buques y 500 hombres parten rumbo a Costa Rica.
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